sábado, 30 de enero de 2010

Què es el que fas?

Què es el que fas?
Amb el cabell desgrenyat i fent picadetes d´ull.

Que les portes no s´obrin sempre que truquem.
Que les flors no viuen per sempre en el jardí.
Que ni el gos lladra sempre que tu vens.

Què es el que fas?
Ara que res existeix i tot gira sense fi.

Que el cel no s´obri al teu pas per aquí.
Ni les fades et somriuen en el molí.
Que la boira i la gana tot ho enmascara
i tu ja vas ser camí.

Què es el que fas boig i feliç de tú?
Què es el que fas amb les teues picadetes d´ull?

viernes, 18 de diciembre de 2009

Olvidarte

Aún no te conozco y ya pienso en olvidarte.
Olvidarte ahora, que todavía creo que no existes.
Olvidarte ahora aunque extrañe tu sonrisa
Olvidarte para dejar de seguir soñando
Olvidarte para curarme de esta enfermedad.

Aún no te he visto al amanecer
Tampoco hemos compartido colchón
Y ni siquiera un mísero ron

Pero que difícil es no extrañarte
No buscarte en mi memoria
y pensar que nunca fuiste para mí

Olvidarte ahora, que todavía creo que no existes.
Olvidarte ahora aunque extrañe tu sonrisa y tu voz.
Olvidarte para dejar de seguir soñando
Olvidarte para curarme de esta enfermedad.

No deseo que me esperes al salir
Ni pretendo que subas en la próxima estación
Sólo quiero olvidarte, olvidarte.

Todo pasa y todo queda

Suena “Todo pasa y todo queda”, fantástica canción de Serrat.

Y no hay más verdad que lo que nos enseña que todo pasa. Somos viajantes de la vida y a lo largo de ella cruzamos diferentes caminos. En ellos diferentes personas y distintas realidades.

Después de momentos de transición que nos parecen eternos, de repente entramos en Un camino dónde vivimos a un ritmo tan intenso y desenfrenado que parece que lo hayamos recorrido de una forma muy fugaz. Durante el recorrido no nos paramos a pensar en él, en dónde estamos, con quien lo compartimos, que es lo que damos y recibimos…; sólo lo vivimos al máximo. Hasta que vemos la señal de Stop con un gran cártel luminoso y debemos retroceder, cambiar de ruta o iniciar uno nuevo.

Pero antes de encontrarnos con otro debemos parar a reflexionar, ver lo que hemos vivido desde fuera para poder continuar. Es aquí dónde volvemos a entrar en la espiral del momento de la transición.
Incluso parece que no salimos nunca de ella, pero no es así. Salimos y volvemos a entrar para luego poder volver a salir y así sucesivamente hasta el momento final de la muerte.

Aprendiendo, evolucionando, “involucionando”, haciéndonos pequeños para poder hacernos grandes. Siendo egocéntricos para poder alejarnos de nuestro ombligo y ver más allá, desprendiéndonos de nosotros mismos y viendo la totalidad de las cosas para regresar al egocentrismo y quedarnos en la fijación, para luego volver a salir y continuar aprendiendo. Aprendiendo hasta el final.

Y es aquí dónde todo queda. Todo queda como las huellas en el camino que recorremos. Todo queda en nosotros, en el ambiente, en el mundo. Desde el odio hasta el amor que lo inunda todo.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Dar y tomar

Vuelve a estar en el tren, pero esta vez le tocó viajar dándole la espalda al sol.

La fuerza del sol empuja a girarte, te reta, a pesar de que ya sabe que es el más fuerte y nadie consigue mirarle directamente a los ojos en sus momentos álgidos.
El sol se asemeja al fuego en su fuerza, en su furia y en su vitalidad. No podríamos vivir muy, muy, cerca de ellos pero tampoco sin ellos. Es como un medio camino entre la vida y el miedo.

En estos momentos, su etapa en la vida se asemeja a su proximidad al sol y su relación con éste.
Ella es tan blanca y su piel es tan delicada, que ya cuando empezó a crecer la gente la comparaba con aquella muñeca de porcelana que con sólo mirarla fijamente, parecía que iba a quebrarse levemente.
No soporta estar con el sol de mediodía de cara, siente sus latigazos de manera intensa sobre todo su ser, y esta sensación, a veces, le dura días, incluso semanas. Pero al mismo tiempo, siente que sin su presencia sería un ente totalmente diferente, sin chispa, apagada como el perro que sufre la ausencia de su dueño.
“Ni contigo, ni sin ti. Vida y miedo. Culpa”.
Sí, también culpa. ¿Alguien, alguna vez, no se sintió culpable cuando después de experimentar varias semanas sin sol, amanece con un sol radiante iluminándole la cara y no sale al aire libre a disfrutarlo, a estrujar su vida?
Aún sabiendo que días pasados anhelaste su presencia, al llegar el día en que su existencia embriaga, en que los rayos de vida te DAN todo lo que son capaces de DAR, decides taparte con tus sábanas oscuras.
Eres incapaz de poder TOMAR todo aquello que te brinda. Sientes que lo que te da es valioso, preciado, generoso, bueno…Pero, en tanta medida, que sientes la incapacidad en tu interior de poder abrir tus brazos.
“Es demasiado para mí”. Hoy no puedo. ¿Tal vez mañana? ¿Tal vez nunca?”

Nuestra gran amiga Estela, dice que todo radica en el equilibrio: dar y tomar, tomar y dar. “¿Pero qué le puedo dar yo al sol que pueda equilibrar la balanza?
En este momento, siente que nada que pese lo suficiente. “Hoy no puedo me siento tranquila en mi cama. Tal vez mañana. Tal vez contigo nunca”
Le gustan los desequilibrios de la noche. ¿O no? A lo mejor, sólo es que aquí se siente más cómoda. Puede dar lo que se le antoje. ¿O no?

“Me gusta el sol, también la luna. Es difícil su simultaneidad en esta tarde de Lunes”.

Transición

Sin palabras con sentido
pero anclada a tu sonrisa.
Sentados en cualquier parte,
viendo pasar las horas.

Perdidos entre miradas,
copas, gente y risas.

Colgados por las luces
en un día raro sin velocidad

Callejones que huelen a pólvora
La mujer que canta a los machistas
El gallito al que se le cierra el ojo
El cochino que pasea entre margaritas.

Colgados por el castillo de fuego
Con sol y luna en el mismo cielo

Los locos cuerdos mojando penas en el bar
Los cuerdos locos empezando a volar…


Sin palabras con sentido,
pero anclada a tus brazos.
Mis ojos bailando con tus muecas
Brotes de energía entre los espacios

Lo que me queda

Se fue la inspiración que llenaba los buzones de sueños
Se fue el fuego que hacía prender la llama de la pasión
Se fueron las noches de risas y los pasos con improvisación
Se fueron las miles de modalidades de camas y nuestras copas de ron

Se esfumaron los me acordé de ti,
Los vuelos hacia la otra parte del mundo
Tus muecas y mis ojos mirando los tuyos.


Cambios fundidos en pocos meses,
El otoño loco pasando de largo.
Silencios inundando mi espacio.


Con otra falda el chico extranjero, el chico de al lado
Y también el del octavo.
Con otra maleta y nadie en el escuadrón estoy yo.

Otro mundo

Sin prisas pero con anhelo
Con la fuerza del viento,
Llévame tú a los hoyos de la imaginación.
Aquellos de colores donde nace la ilusión
Donde se respira paz,
Donde puedo ser yo de verdad

Dame son, dame sabor
Dame chispa y dame vida.
Que yo te bailaré mi rumba
Te regalaré el camino hasta mis ojos

Llévame a ese mundo nuestro
Donde nada se puede comprar
Donde todos ríen entre quebradas
Donde nada acaba mal

Que yo lo gozaré,
lo guardaré en mi corazón
y te dejaré marchar
con una nueva canción.

Llévame la última vez al malecón
Nos quitaremos la ropa y el antifaz
Saborearemos nuestro penúltimo ron
y una nueva puesta de sol.