miércoles, 16 de diciembre de 2009

La despedida

Te encontré por azar en un escenario
del que poco conocía.
Tropezábamos cada mañana
en busca del sabor del café.
Y allí nos cruzábamos miradas
sin importarnos lo que decían.
Nos regalábamos tonterías
y las chispas del sentirnos bien.

Cada vez que te pienso
haces que vuelva a renacer.
Cada vez que me miras
todo lo malo me da igual.
Cada vez que me hablas
pintas mi mundo de color.
Cada vez que te veo
se me esfuma el sentido común.
Cada vez que me tocas haces
Que me ponga al revés.

No se que quieres saber de mí,
Ni siquiera lo que puedes perder.
Ya ves, estoy aquí
y no me imaginaba estar así.
Simplemente tu camino pasaba por aquí.
Y no se si tienes algo para mí.

Cada vez que te pienso
haces que vuelva a renacer.
Cada vez que me miras
todo lo malo me da igual.
Cada vez que me hablas
pintas mi mundo de color.
Cada vez que te veo
se me esfuma el sentido común.
Cada vez que me tocas haces
Que me ponga al revés.

Lo mágico, los cruces de todo y de nada,
y lo que se dice sin hablar.
Te diría háblame, te diría vayámonos,
te diría cojamos este tren.
Pero no te diré nada, no nos veremos jamás,
ni soy yo tu hada, ni la que te espera en tu cama.
Y dónde nos encontramos por primera vez
se producirá la despedida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario